La diabetes es una enfermedad crónica y silenciosa que se caracteriza por tener niveles elevados de azúcar (glucosa) en sangre. Cuando estos valores se mantienen altos de forma continua, puede dar lugar a complicaciones en diferentes órganos.
No obstante, con un seguimiento y tratamiento adecuado, un diabético puede prevenir las consecuencias de la diabetes y llevar una vida normal.
Eso sí, es importante tener en cuenta que los niveles de azúcar en la sangre no son constantes, fluctúan a lo largo del día. Por lo general, el rango de la glucosa es más bajo a primera hora de la mañana o después de un período de ayuno; y es más alto a medida que ingerimos alimentos, es decir, durante y después de las comidas.
Los niveles de azúcar en la sangre no son constantes, cambian a lo largo del día. De ahí la importancia que una persona diabética haga el autocontrol de la glucosa en sangre (medición con glucómetro) para monitorear cómo se encuentran los niveles de azúcar en ese momento.
Por lo tanto, para una persona con diabetes es esencial mantener los niveles de azúcar en sangre en un rango óptimo, pues, como te adelantamos, un pico de glucosa no advertido o no tratado puede ser realmente peligroso para un diabético, ya que a largo plazo puede causar complicaciones en los nervios, la vista, el riñón, etc.
Sin embargo, aunque parezca una obviedad, muchas veces se desconoce cuánto es lo normal de azúcar en sangre que debe tener una persona diabética. Pero saber cuál es el rango óptimo no sólo es necesario para una persona con diabetes, sino también para sus familiares o amigos ante cualquier situación de emergencia.
Vamos a revisar cuáles son los niveles normales de azúcar en sangre en una persona diabética, según los objetivos de la American Diabetes Association. Presta atención.
- Antes de las comidas o en ayunas: entre 80-130 mg/dl.
- Dos horas después de comer: menos de 180 mg/dl.
El médico diagnostica diabetes cuando en dos pruebas de análisis de sangre se tiene más de 126 mg/dl. A partir de ese momento, los rangos óptimos de la glucosa sanguínea son ligeramente más altos, siendo 180 mg/dl el límite de lo saludable para una persona diabética.
Con niveles de azúcar en sangre por encima de 180 mg/dl, el cuadro de hiperglucemia puede ser peligroso para el diabético si no se logra bajar la glucosa rápidamente, ya que pueden manifestarse dos afecciones de gravedad: una cetoacidosis diabética y un hiperglucémico hiperosmolar no cetósico (EHHNC).
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.