Los niños y la mayoría de los jóvenes han comenzado ya sus deseadas vacaciones de verano. Más de nueve semanas de desconexión escolar para disfrutar y descansar después de un largo curso repleto de clases, tareas, exámenes y actividades extraescolares. Llegan los días para desconectar de la rutina y las obligaciones, bajar el ritmo y apagar las alarmas que obligan a madrugar. Para disfrutar del mar, de la piscina, el tiempo libre, los helados y los juegos al aire libre con amigos y familiares. Unas vacaciones que deberían convertirse en días para divertirse en familia, para vivir experiencias juntos, recargar pilas, conocerse más y crear buenos recuerdos. Una oportunidad única para aprender, viajar y realizar actividades que nos ayuden a fortalecer los vínculos y mejorar la comunicación.
Pero en muchas ocasiones las vacaciones se convierten en una época complicada en las familias, porque encontrar un equilibrio entre la relajación de las normas y los horarios y el mantenimiento de unas rutinas que les aseguren una tranquilidad resulta complicado. Compartir muchas más horas del día también provoca que ocurran más roces entre padres e hijos, que el ambiente en casa sea tenso y que la convivencia en ocasiones sea estresante para los distintos miembros. Si no se organizan correctamente las vacaciones y el tiempo libre, padres e hijos pueden llegar a pasarse todo el tiempo gritando y no disfrutando del tiempo juntos.
A esta situación se le puede añadir las dificultades que tienen muchas familias para conciliar su trabajo con las vacaciones escolares. Esta falta de conciliación provoca que padres y madres deban hacer auténticos malabares para compaginar su jornada laboral con el cuidado de los hijos durante estas semanas. Por esta razón, muchos niños deben asistir a campamentos de verano o pasar mucho tiempo con otros familiares, como los abuelos.
Si las familias quieren lograr que los días de verano estén repletos de risas y buenos momentos, deberán organizar adecuadamente el tiempo que pasan juntos con el máximo de antelación posible. Una buena organización evitará muchas peleas y agobios y evitará que se entre en el bucle de los gritos, las amenazas y el mal humor.
Ajustar las expectativas, elaborar un horario de actividades y mantener los hábitos y responsabilidades en casa será clave para pasar poder disfrutar del verano en familia. Padres e hijos necesitan pasar tiempo de calidad juntos para poder compartir experiencias y reír sin prisas.
Sonia López Iglesias es maestra, psicopedagoga y divulgadora educativa, además de madre de dos adolescentes.
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