En la etapa de la menopausia tenemos más que aprendidos los síntomas más comunes: sofocos, insomnio, sudores, cambios drásticos de humor... Al disminuir esa producción de estrógenos, el periodo comienza a ser leve hasta el punto de desaparecer. Aunque estos síntomas suelen ser comunes a la mayoría de mujeres entrados los 50 años, existen otros menos comunes que afectan a miles de mujeres y que son menos sonados: pérdida de memoria, vértigos, alteraciones cutáneas, cambios en la textura y volumen del cabello... y un dolor de cuerpo del que no se tenía respuestas hasta ahora.
Según una revisión de un estudio publicado en la revista Climacteric (julio, 2024) los dolores musculoesqueléticos que se pueden experimentar durante la menopausia tienen un nombre y un posible tratamiento efectivo. A partir de ahora esos dolores silenciados durante años se llamará Síndrome Musculoesquelético de la Menopausia.
Según este estudio, este síndrome antes sin nombre, afecta al 70% de las mujeres, quedando un 25% de ellas discapacitadas por ello. Entre los síntomas de este síndrome se incluyen:
La razón por la que este dolor aparece durante la menopausia es bien sencilla: al reducirse la producción de estrógenos las mujeres experimentan una pérdida de masa y fuerza muscular, un aumento de inflamación y dolor, reducción de la densidad mineral ósea o una reducción de la capacidad regenerativa muscular.
Por suerte este Síndrome Musculoesquelético de la Menopausia tiene más de un tratamiento disponible, entre ellos: