ASí ES COMO SE SIENTE UNA PERSONA CON GLUCOSA ALTA: LAS 10 SEñALES

La glucosa es un sustrato esencial para proporcionar energía al cuerpo cuando se encuentra en niveles normales. Sin embargo, a largo plazo, concentraciones elevadas pueden dañar los vasos sanguíneos y los nervios, afectando a varios órganos, como el corazón, los riñones y el cerebro.

La Asociación Americana de la Diabetes recomienda que, a partir de los 35 años, especialmente si tienes sobrepeso u otros factores de riesgo como hipertensión, colesterol o triglicéridos elevados, te realices un análisis de sangre para evaluar tus niveles de glucosa y detectar la prediabetes o diabetes tipo 2

Es importante recordar que la diabetes tipo 2 puede desarrollarse de manera gradual y tardar años en ser diagnosticada, ya que sus síntomas suelen aparecer de forma progresiva. Por ello, es fundamental prestar atención a las señales que da el cuerpo para identificar posibles indicios de la enfermedad y tratarla a tiempo.

El aumento de glucosa en sangre no es exclusivo de las personas con diabetes. Existen otras situaciones que pueden elevar los niveles de azúcar, como el ciclo menstrual, la menopausia, el estrés físico o emocional, entre otros factores.

Sin embargo, en personas con diabetes, los llamados picos de glucosa son más comunes cuando la enfermedad no se maneja de forma adecuada. En el caso de la diabetes tipo 2, los síntomas iniciales suelen ser poco específicos y se desarrollan gradualmente, mientras que en la diabetes tipo 1 los síntomas tienden a aparecer de manera más abrupta.

Es importante estar atentos a las señales de nuestro cuerpo, aunque no siempre prestamos atención. Si notas que alguno de estos síntomas empieza a repetirse con más frecuencia, acude a tu médico para una evaluación que permita detectar la diabetes a tiempo

Descubre cuáles son los 10 síntomas que pueden indicar un nivel alto de glucosa, y cómo un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones asociadas con esta enfermedad:

  1. Aumento de la sed.
  2. Sequedad en la boca.
  3. Visión borrosa.
  4. Piel seca.
  5. Fatiga o cansancio.
  6. Aumento de micciones o necesidad de levantarse en la noche más de lo habitual para orinar.
  7. Pérdida de peso involuntario.
  8. Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies.
  9. Encías rojas, inflamadas y sensibles.
  10. Llagas de curación lenta o infecciones frecuentes.

Cuando el cuerpo no es capaz de transportar eficazmente la glucosa a las células, los niveles de azúcar en sangre aumentan. Por este motivo, las personas con diabetes son más propensas a experimentar picos de glucosa

Para mantener bajo control tus niveles de azúcar, sigue estos consejos prácticos y de rápida aplicación para mejorar tu perfil glucémico y tu calidad de vida:

  • Plan de alimentación

Es fundamental seguir el plan de alimentación recomendado por el médico para reducir los niveles de glucosa mediante una dieta equilibrada y controlando las porciones.

Es importante limitar o evitar el consumo de alimentos ricos en almidón o azúcares simples (carbohidratos), ya que el cuerpo convierte estos nutrientes en glucosa, y luego la insulina se encarga de transportarla a las células

Un exceso de carbohidratos o problemas con la acción de la insulina pueden interrumpir este proceso, elevando los niveles de glucosa en sangre.

Los expertos sugieren aumentar la ingesta de fibra dietética. Existen dos tipos de fibra: soluble e insoluble, ambas necesarias, aunque la fibra soluble ha demostrado ser especialmente eficaz para disminuir los niveles de glucosa en sangre

La fibra (cereales, legumbres, verduras y frutas) ayuda a regular la digestión y la absorción de los carbohidratos.

Además, cuando los niveles de glucosa están elevados, es recomendable beber mucha agua. El agua ayuda a estabilizar los niveles de azúcar, previene la deshidratación y mejora la función renal para eliminar el exceso de glucosa a través de la orina.

  • Toma la medicación y controla otros factores de riesgo

Si es necesario, el médico puede prescribir un tratamiento farmacológico junto con las recomendaciones dietéticas. En ese escenario, si experimentas un aumento en los niveles de glucosa, revisa si la dosis de insulina o el medicamento que estás tomando es la adecuada.

También considera si has cambiado recientemente de medicación o si estás tomando un nuevo fármaco para controlar la hipertensión o los niveles altos de colesterol y triglicéridos. Si es así, es importante que lo informes a tu médico sin demora.

  • Aumenta la regularidad del ejercicio físico y mantén un peso saludable

El sobrepeso es un factor de riesgo para desarrollar diabetes, por lo que es fundamental mantener un peso adecuado para prevenir el aumento de la glucosa en sangre.

En este contexto, la actividad física no solo contribuye a la pérdida de peso, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina. Esto permite que las células aprovechen de manera más eficiente la glucosa disponible en la sangre.

Además, el ejercicio físico ayuda a que los músculos utilicen correctamente el azúcar en sangre, proporcionando energía y mejorando su capacidad de contracción.

Por tanto, para reducir los niveles de glucosa o mantenerlos dentro de un rango saludable, es recomendable incorporar ejercicio regular a la rutina. Se sugiere, especialmente, realizar actividades aeróbicas al menos 150 minutos por semana.

Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.

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