Investigadores del Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC), centro de investigación de la Fundación Pascual Maragall, han llevado a cabo un estudio que ha permitido confirmar que la acumulación de la proteína beta amiloide por sí sola puede provocar daño cerebral en etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer, antes incluso de que existan niveles altos de la proteína tau.
Ya se conocía que el modelo del Alzheimer consiste en una secuencia, muy bien estudiada y determinada, que arranca con una alteración de la amiloide, seguida por un alteración de tau y, por último, se desencadenan patrones de neurodegeneración. Pero ahora, los investigadores han puesto de manifiesto con este trabajo que "además de haber un puente reconocido entre amiloide y tau y entre tau y neurodegeneración, hay un puente adicional que enlaza amiloide con neurodegeneración sin tener que pasar por tau", explica el doctor Raffaele Cacciaglia, investigadora del BBRC líder del estudio.
En concreto, en este estudio se analizaron muestras del líquido cefalorraquídeo de personas "muy preclínicas, que acababan de pisar en el recorrido patológico del Alzheimer y tenían acumulación de amiloide, pero tau aún no estaba alterado", explica el investigador, quien al respecto añade que "eran personas sanas, que no tenían aún síntomas de la enfermedad". Éstas pertenecían a dos cohortes: la Alfa, impulsada por la Fundación "la Caixa", y la EPAD y eso da robustez al trabajo porque se observó lo mismo en ambas cohortes.
Y lo que se observó es que, "pese a que siempre se ha pensado que la proteína tau es la que genera una atrofia de la corteza cerebral en el contexto del Alzheimer, la proteína amiloide por sí sola genera un primer patrón de atrofia en el hipocampo, que es un área muy relevante para el Alzheimer y para la memoria - de hecho es el primer foco de atrofia que se produce en Alzheimer antes de la aparición de síntomas cognitivos-, independientemente de tau".
Es decir que "amiloide es un evento dañino para el cerebro, cuando antes se pensaba que no había una relación directa entre la alteración de la amiloide y la atrofia cerebral", señala Cacciaglia.
Por lo tanto, los resultados de este estudio sugieren la necesidad de llevar a cabo una intervención precoz para frenar el avance del Alzheimer antes de que aparezcan también alteraciones en la proteína tau, cuando las personas entonces desarrollen la enfermedad y aparecen los primeros síntomas.
En esta línea, esta investigación subraya la importancia de "empezar a reclutar muestras para ensayos preclínicos, es decir muestras de personas sanas, sin síntomas, con amiloide alterado, para comprobar si la intervención con fármacos de los que ya disponemos y que tienen como diana terapéutica el amiloide tienen un efecto en estas personas que aún no tienen alteración en tau", indica el líder del estudio.
En definitiva, la idea es, "en lugar de esperar a que la proteína tau también se dé positiva, intervenir mucho antes para frenar la amiloide y así conseguir que la cadena del Alzheimer no se desarrolle y después llegue acumulación de tau y afectación cognitiva", por lo que hay que buscar personas sanas, que solo tienen amiloide alterada, para ensayos preclínicos y no ya clínicos, porque las que se reclutan para estos últimos son personas que ya están afectadas, ya tienen deterioro cognitivo.
Este trabajo tiene además una segunda implicación que se concreta en la necesidad de impulsar y fomentar investigación clínica para desarrollar medicamentos cuya diana terapéutica sea el amiloide soluble, es decir antes de que éste se deposite en forma de placas cerebrales insolubles, porque entonces ya es tarde.
Al respecto Cacciaglia comenta que "los fármacos que hay que desarrollar ya no han de tener solo como diana el amiloide cuando ya está agregado en placas cerebrales, sino que deben poder ligarse con el amiloide cuando todavía está soluble".
Sin embargo, paralelamente, es imprescindible resolver otra cuestión. Y es que, puesto que una alteración del amiloide no ha de suponer necesariamente que esa persona vaya a desarrollar Alzheimer, es necesario determinar a qué personas con acumulación de esta proteína es adecuado suministrarles el fármaco.
Por lo tanto, "hay que estudiar la convergencia de varios marcadores que puedan predecir que esa personas está encaminada a tener Alzheimer, pero seguramente la alteración de la amiloide es un paso obligatorio", indica el investigador.
2025-02-03T21:55:34Z